Héroes y villanos
Me he animado a escribir este post
porque recientemente he leído una noticia que me ha indignado y
emocionado a la vez. Me explicaré. Yo soy uno de esos aventureros
(lo digo irónicamente) que se ha tenido que ir de España para
mejorar si situación profesional. Como cualquier español
contemporáneo, en más de una ocasión he criticado nuestra cultura,
nuestra manera de pensar, de actuar, etc. En un principio eso para
mi era un ejercicio de auto-crítica constructiva, buscando una no se
muy bien que reacción en mi entorno o simplemente dejándome llevar
por la moda de que 'lo español no mola'. Pues bien, estando lejos
del país y viéndolo todo desde otra perspectiva (y por supuesto no
cegado por ningún tipo de patriotismo) debo decir que estoy
orgulloso de mi país y de la amplia mayoría de los ciudadanos. El
hecho que me ha reafirmado completamente en ese sentimiento ha sido
la lamentable situación de la enfermera infectada por el ébola,
Teresa Romero. Lo primero que empezó a indignarme fue la manera de
tratar la noticia. Esta parte (muy mal llevada por la prensa
española) muestra el lado más vulgar de nuestra sociedad. Centrados
en buscar un culpable o en imaginar situaciones a posteriori, la
opinión pública hablaba de mala gestión del gobierno, de errores
procedimentales y de negligencias en el sistema sanitario. Sin
embargo nadie se preocupaba de que una persona, un ser vivo, una
profesional que desarrollaba funciones arriesgadas, estaba a punto de
morir. Si esto le hubiese ocurrido a un bombero o a un soldado,
estaríamos hablando de héroes. En este caso, una simple auxiliar
parecía no importar y nos ocupábamos de discutir sobre estupideces
como que tuvieran que sacrificar a un perro. Esto fue el colmo de la
frivolidad. La noticia del perro fue comentada en Inglaterra para
hablar de la enfermedad. Mientras, otros casos de la enfermedad en
países como USA, eran descritos con sumo detalle y respeto. Pues
bien, como pocas veces pasa en la vida, un acto de justicia suprema
se produjo con Teresa. La valiente enfermera, tras pasar días
críticos, superó contra todo pronostico una enfermedad que hasta la
fecha no tenía cura. O sea que los 'chapuzas' del hospital, los
'ineptos' de los médicos y 'aprendices de investigadores' habían
logrado un hito histórico en la medicina. Un país que ha reducido
su presupuesto en sanidad en un 35%, llegando a los 2.400 millones de
dólares anuales, ha conseguido una cura que no ha podido encontrar
otro país como Estados Unidos con un presupuesto de más de 960.000
millones de dólares ¿como es esto posible si en España estamos
tocando la pandereta todo el día? Pues muy fácil, porque los
trabajadores españoles somos de lo mejor que hay en el mundo. Y eso
lo saben en muchos países, que cada vez más reclaman trabajadores
españoles. Hemos aprendido a luchar en ambientes muy hostiles, sin
quejarnos y mirando hacia delante. Siguiendo con nuestra labor e
intentando llevar una vida personal más o menos decente. Como los
trabajadores que han ayudado a Teresa. Si, porque como introducía al
principio del artículo, esta semana he leído una noticia
estremecedora. Interviú publicaba que los profesionales que
atendieron a Teresa Romero trabajaron en jornadas de día y noche,
ininterrumpidamente. Y lo peor, no es ya que arriesgasen su salud, es
que lo hacían por ¡1200 euros brutos! Cuando cuento esto en mi
entorno, creen que es una broma. Pues si, las personas de España
están acostumbradas a sufrir. La mayoría son gente de la que estar
orgullosa. Somos muchos más los honrados que los deshonestos. Con
esos es con los que hay que acabar y conseguir que la vida en España
sea mucho mejor, porque aunque suene a tópico, como mi país y por
supuesto, sus habitantes, no hay nada en el mundo.