martes, enero 26, 2010

Viajeros

No pretendamos creer que los viaje son siempre divertidos. O que soportamos el "jet lag" por placer. No pasamos diez horas perdidas en el Louvre porque nos guste, y la vista desde la cima de Machu Picchu probablemente no compense la molestia ocasionada por la pérdida del equipaje. (La mayoría de las veces, necesito unas vacaciones después de las vacaciones.) Viajamos porque lo necesitamos. Porque la distancia y la diferencia son la pócima secreta de la creatividad. Cuando llegamos a casa, el hogar sigue siendo el mismo. Pero algo en nuestra mente ha cambiado. Y eso lo cambia todo.

Jonah Lehrer.