martes, octubre 18, 2005

De Conan a Bill Gates

El genial creador de Conan (Robert E. Howard) escribió en su nota de suicidio:
"La fiesta terminó y las lámparas se apagaron" Tenía 30 años y había conseguido imaginar al más fantástico personaje que ha dado la literatura. Desde mi punto de vista, claro. Ahora los escritores hablan de mujeres yonkies, de jóvenes magos con acné o de secretos inconfesables de la más oscura iglesia católica. O de como dejar de fumar en 8 días o de como ser rico en un mes... Todo vale con tal de salir en el top ten de los libros más vendidos. La suciedad de la realidad infecta las más locuaces ilusiones de los que aún creemos que la vida es diferente a un pozo de esclavitud; los que sentimos la necesidad de empuñar un hacha y salir ahí fuera a gritar que la ley es una mierda y que el amor aún es lo que fue. Que alguien pueda reir en voz alta, rugir como un lobo cuando le late el corazón a toda prisa, bailar compulsivamente cuando la música agita su cuerpo o llorar en soledad cuando la pena le llama, parece cosa del pasado. O de la niñez. Poco a poco tenemos que apagar nuestra vida con la tierra ocre que emana del sur del pensamiento; el cálido sur que siempre fue de secano. Ahora los héroes se llaman Gates (puertas en inglés) o Bill (como Buffalo Bill, aquel asesino de indios que parece ser vivió en América); incluso podíamos hacer un poco ocurrente juego de palabras: El Asesino a las Puertas. Expectante. Buscando nuestra carne… En el mundo de hoy en día no tiene cabida el soñador; el que crea por crear no come. El que crea por trabajar no es libre. El que quiere crear para el trabajo, es un idiota incompetente. Los generales mandan a los soldados y los generales solo rinden cuentas a Dios. O al dinero que en este presente sintético, es un sinónimo. Las noches ahora son eternas y la idea de felicidad pasa por cuatro paredes imposibles de construir… La absurda imagen de un guerrero destronado, luchando por un mundo mejor a sus ojos, en busca de un reino inexistente, con toda la justicia que pueda suministrar su espada, es simplemente imposible en esta tierra irrealmente real… Creces luego existes, luego produces, luego sufres, luego obedeces…
De todas formas, yo, aunque me sienta débil ante la gruesa cadena que me ponen al cuello, sigo intentando soñar con ese lugar repleto de magia y violencia, sigo intentando no dormirme demasiado rápido para poder imaginar como sería un hombre solo ante un universo adverso; sigo intentando sobrevivir lejos de los demás y sigo agradeciendo a Robert E. Howard el aguantar en este infierno nada menos que 30 años, para poder regalarnos esa poesía brutal que desprenden sus historias de épica existencial…

http://www.rehoward.com/

1 Comments:

Blogger Piticlino said...

Pepe said:

Hola compañeros, tengo entendido que nuestro blog creo que va a cumplir un añito, asi que tenemos que ir haciendole homenajes a esta nuestra bitacora de historias que se nos pasan por la cabeza. Muy bonito el homenaje de Fosi, aunque no entiendo la comparación con Bill Gates, queda como que eres un informatico. Le doy la razon en que ahora se hace mucha literatura de mierda como libros de esos de dejar de fumar o de pocholas incomprendidas que estan forradas de dinero y tienen aventuras feministas. Pero eso queda tan guay como meterse con Bill Gates.

Te lo curras bien pero luego metes alguna puya por ahi que te mata. Que no sirva la critica que te hago como una puya tirada a mala leche porque el homenaje es bonita, aunque no sea el tipo de historias que me van a enganchar a mi.

1:58 p. m.  

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