miércoles, febrero 15, 2006

Desde Arkansas al Coño SUR - Capitulo I

Bueno como voy a aprovechar nuestro casi extinto Blog Inicial, para utilizarlo en un menester que le viene al pelo: como cuaderno de viaje. Esta vez el destino es un lejano país sudamericano: CHILE. Descubierta por un Extremeño (Pedro de Valdivia) esta pintoresca tierra al sur del globo, será la protagonista de varios capítulos donde intentare describir las cosas que mas llamaron la atención a mis viajeros ojos. Asin pues empecemos por el principio (como debe ser). Tras casi 14 horas de avión (con 4 horas menos que en España), aterrizamos en el aeropuerto de Santiago de Chile. Lo que primero sorprende (además del constante paisaje montaño-desertico que te acompaña la última hora de viaje), es las medidas de seguridad que llevan a cabo al entrar. Desde perros sueltos danzando por entre los equipajes y las cintas trasportadoras, hasta lo nunca visto: un escáner al salir por donde debes pasar TODOS los bultos que lleves. En fin, sales tras perder toda tu privacidad y una nube de pesetos hambrientos de pasajeros, te invaden literalmente. Te los kitas de en medio e intentas sacar algo de pesos chilenos pa empezar con buen pie. El cambio es jodido, pero puede aproximarse a 4000 pesos = 1000 pelas. Pos en los cajeros ties otra batalla. Resulta que aunke uses una tarjeta internacional, lo primero que debes hacer es identificarte como extranjero; despues de ello, ya operas normalmente. ¡Hala!, ya con pecuña freskita, nos encaminamos al hotel pa descansar un poco; un calor de cojones como nunca vi en Enero nos da la bienvenida. Los pesetos de 1970, sin aire y llenos de mierda, no hacen nada confortable el trayecto. Casitas bajas, construidas a principios de siglo, le dan un aspecto parecido al FarWest Yankee. Sin saber como se mantienen en pie las tiendas de comestibles, se entremezclan con las de ropa o las de cambio de dinero… La periferia (que es el 30%) me parece muy autentica y atrayente (aunque es un entorno de bastante pobreza). En fin Pilarin, tras pasar semáforos, esquivar el aluvión de autobuses que hay por la ciudad (sin exagerar mas del doble que en Madrid) y entrar en el núcleo metropolitano, llegamos a nuestro hotelito de 5 stars para meditar sobre nuestra existencia y prepararnos pa ir a trabajar en 3 horas…